lunes, 12 de enero de 2015

No debería de haber...

Desde el atentado a Francia, al Charlie Hebdo, internet fue una lluvia de noticias, repudios y contra respuestas. Parece que fue necesaria la muerte de una docena de personas para que todos  empezaran a  contar muertos y muertes como una hazaña, y una vez identificada como tal a ponerle la bandera de acusación o de justificación.
En las distintas redes sociales se compartieron de manera compulsiva y automática cintas negras, caricaturas sobre charcos de sangre, fotos en señal de duelo. Alguien se detuvo a pensar en lo violento de todo, en que no pensamos, sino que actuamos de manera ciber dirigida.
Puede que muchos de ustedes me lo nieguen, pero hasta el momento ningún medio generalizó algunas de las denuncias sobre esos accionar del gobierno francés que dejo mas de dos mil muertos. No digo que no existieron, trato de pensar en por qué actuamos como lo hacemos.
Por qué esperamos a un suceso extraordinario, no lo digo en el sentido fantástico; para empezar a mostrar verbos en tiempo pasado, por qué no lo hicimos de la misma manera en cada ocasión.
Luego me pregunto quiénes somos para juzgar si esta bien o mal un atentado, quiénes para celebrar el accionar rápido y eficaz del gobierno francés... Cuando desde el comienzo no debería de haber ocurrido, todo lo solucionamos y justificamos con violencia, todo es ir a la confrontación...
Y después repudiamos, lloramos y nos rasgamos las vestiduras frente a masacres que consumimos comprando noticias, apoyando gobiernos y siendo el ladrillo de encastre que quienes juegan en la mesa grande, que llamo mundo.
¿Cómo lograr ese cambio? Que nos va a ocurrir como humanidad para que no solo bajemos las armas, si no que dejemos de construirlas, de ve quién tiene la pistola más grande, quien puede iluminar el cielo con luces multicolores y pintar el suelo de rojo sangre...
Pienso en que nos sucede en este mundo de seres que permiten a diario las injusticias más grandes, los dolores mas profundos y los daños irrevocables.
Cuando será el momento que dejemos nuestro complejo de inferioridad-superioridad para resolver como iguales, todos tenemos derecho a no ser callados, y dibujar-escribir, expresar y que la otra parte entienda que no necesariamente es así, pero que la esencia del cambio está en entender que ser distinto a nosotros no es malo, y que la reacción defensiva de todo lo enunciado, desemboca en males mayores...
Mañana continuo estas ideas... Saludos #GuilleWrede

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