Ha despertado desorientada
como perdida, extraviada.
Sin saber a ciencia cierta
que sucedido mientras dormía...
Al cerrar los ojos era dueña
de la seguridad con que en el cielo
las estrellas se sostienen...
Despertó con los labios resecos
sin siquiera una gota de humedad,
como si el aliento hubiese secado,
durante la noche,
todo flujo de su cuerpo...
Sin saber que sucede,
se escurre entre los espacios
de un lugar, que hasta ayer, habitaba
y que hoy desconoce...le es ajeno...
Se siente encerrada, atrapada,
en un laberinto de ladrillos y aberturas
que hasta ayer creía su casa...
Entre la penumbra de su confusión
un rostro familiar se abre espacio lentamente
en el mar revuelto de ideas
que es su mente...
Más atrás una voz la orienta en la dirección...
De entre la bruma mental salen brazos,
que la rodean, la atrapan
con una calidez inexplicable...
Sonrisas infantiles y risas mágicas,
una mirada masculina le ofrece refugio,
ya esta a salvo...
Encontró su hogar en aquel laberinto
de ladrillos y aberturas,
que en este tiempo de encierro
mas de una vez la abruma, confunde,
desorienta.