martes, 10 de noviembre de 2020

Bitácora de un encierro I.

 


Ha despertado desorientada

como perdida, extraviada.

Sin saber a ciencia cierta

que sucedido mientras dormía...

Al cerrar los ojos era dueña

de la seguridad con que en el cielo

las estrellas se sostienen...

Despertó con los labios resecos

sin siquiera una gota de humedad,

como si el aliento hubiese secado,

durante la noche,

todo flujo de su cuerpo...

Sin saber que sucede,

se escurre entre los espacios

de un lugar, que hasta ayer, habitaba

y que hoy desconoce...le es ajeno...

Se siente encerrada, atrapada,

en un laberinto de ladrillos y aberturas

que hasta ayer creía su casa...

Entre la penumbra de su confusión

un rostro familiar se abre espacio lentamente

en el mar revuelto de ideas

 que es su mente...

Más atrás una voz la orienta en la dirección...

De entre la bruma mental salen brazos,

que la rodean, la atrapan

con una calidez inexplicable...

Sonrisas infantiles y  risas mágicas,

una mirada masculina le ofrece refugio,

ya esta a salvo...

Encontró su hogar en aquel laberinto

de ladrillos y aberturas,

que en este tiempo de encierro

mas de una vez la abruma, confunde,

desorienta.

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